
La Cooperativa de Comercialización y Transformación
de Colonia Julia Echarren se dedicada a la elaboración y
exportación de jugos de frutas y decidió agregar valor a su producción primaria
con el aporte técnico del País Vasco, elaborando sidra natural.
La Cooperativa se unió a la empresa europea Petritegi del País Vasco, que elabora sidra natural desde hace más de 5 generaciones y son los encargados del proceso industrial a través de sus recetas.
La sidra vasca se la conoce también como ‘sidra
natural' porque -al contrario de las tradicionales- en su elaboración no se
agrega agua, ni azúcar, ni gas y su materia prima es enteramente la manzana.
Precisamente por esto, para su producción se debe cuidar en exceso la materia prima utilizada, nos cuenta Xabier Aguirre, uno de los propietarios de Sidra Natural Vasca Txapela (‘txapela', boina en euskera). El emprendedor nos comentó también que se ha buscado una sidra natural con identidad argentina para lograr un producto auténtico. Y que se propusieron desarrollarla con técnicas vascas pero con manzanas de nuestra Patagonia.
Precisamente por esto, para su producción se debe cuidar en exceso la materia prima utilizada, nos cuenta Xabier Aguirre, uno de los propietarios de Sidra Natural Vasca Txapela (‘txapela', boina en euskera). El emprendedor nos comentó también que se ha buscado una sidra natural con identidad argentina para lograr un producto auténtico. Y que se propusieron desarrollarla con técnicas vascas pero con manzanas de nuestra Patagonia.
El
primer paso fue analizar las distintas manzanas que se cosechan en el Alto
Valle de Río Negro. La variedad elegida fue la Pink Lady. La producción se
realiza en la ciudad de Rio Colorado, en la provincia de Rio Negro, en la
planta de la Cooperativa de Comercialización y Transformación de Colonia Julia
Echarren. Se produce la sidra una vez al año. La cosecha de pink lady se hace
en mayo y ahí mismo se hace la cantidad
de litros para todo el año.
La
Txapela pasa por dos fermentaciones (la ‘alcohólica' y la ‘maloláctica'),
proceso que lleva entre 3 y 4 meses desde la cosecha. Luego se procede al
envasado.
Una
característica importante de nuestra sidra es que no transportamos el caldo
desde la planta elaboradora a otra envasadora sino que la envasamos en el mismo
lugar que la producimos, explica Xabier Aguirre.
La
venta es por ahora en forma directa a través de internet pero el producto ya
está presente en bares y vinotecas de Buenos Aires.

En el País Vasco la sidra se usa para acompañar picadas
y para comer; tortillas, tapas, con queso de oveja Idiazábal, con frutos
secos…Estamos trabajando con cocineros justamente para crear ese hábito,
afirma Aguirre.
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